Blog SLEEP'N Atocha

close
close

Vantaggi di prenotare online

100% Flessibile
Fino a 48 ore prima dell'arrivo. Puoi cancellare o modificare la tua prenotazione quando vuoi.
Early check in e late check out
Soggetto a disponibilità
Upgrade
Soggetto a disponibilità

Ci spiace, ma questo blog è disponibile soltanto in Spagnolo Europeo.

Un paseo por "El Barrio de las Letras"

“¿No es cierto Ángel de Amor
que desde esta apartada orilla
más pura la Luna brilla
y se respira mejor?”

Y cuánta razón tenía Don José Zorrilla. No era a los adoquines de esta ciudad precisamente a lo que se refería pero es indudable que esta zona de Madrid tiene un brillo especial.

Entre la Plaza de Santa Ana y el Paseo del Prado se pueden leer citas de los autores más representativos del Siglo de Oro. Cervantes, Lope de Vega, Góngora, Bécquer, Tirso de Molina… Célebres genios de todas las artes se reunieron en sus aceras, otorgándole a este recorrido el merecido sobrenombre de “Barrio de las Letras”.

Su calle principal, la Calle Huertas, era un mercado de abastos de frutas y verduras. En ella los alojamientos eran asequibles; razón que explica que los bohemios de la época la eligieran para establecer sus hogares (nunca estuvieron las artes muy bien pagadas…Y en el Siglo de Oro ni os cuento).

Se ha tratado de conservar la arquitectura y estética de entonces, lo que otorga al barrio parte de ese encanto y de esa capacidad que tienen sus calles de transportarnos a ese Madrid tan caballero.

Vestigios de estas épocas doradas y uno de los epicentros de la cultura madrileña actual y de entonces es el Ateneo de Madrid. Punto de encuentro de políticos, artistas e intelectuales, sus salas se encuentran a disposición del público para la celebración de eventos y exposiciones. La Cacharrería, la Biblioteca o su Salón de Actos albergan tesoros en forma de cuadros, libros y pedazos de historia como el despacho de Manuel Azaña.

Cuenta además con una zona de restauración cuyo menú se compone de platos tradicionales, como unas buenas croquetas de cecina y hongos o su pulpo braseado y de otros más internacionales e innovadores.

Una cocina elegante y pensada que no sólo se sirve en este espacio sino que puede trasladarse a las salas en el caso de que se quiera celebrar un evento sirviendo el catering del Ateneo.

Otro lugar de visita obligada es la casa museo de Lope de Vega, en la Calle Cervantes 11 (me pregunto qué opinaría el susodicho acerca de que el lugar en el que se le rinde homenaje se encuentre en la calle de su archienemigo. Se llevaban fatal. Pero fatal).

En el otro extremo del ring, por supuesto, tenemos el Convento de las Trinitarias en la Calle Lope de Vega 18. ¿Adivináis quién está enterrado allí…? Bingo. El autor del Ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, Don Miguel de Cervantes Saavedra.

Vamos que si ambos levantaran la cabeza se irían derechitos a la entidad administrativa correspondiente a hacer un poco de ruido por semejante broma…

Pero, ¿qué sería de un rincón emblemático de Madrid, o más bien, de cualquier rincón de Madrid, sin un acogedor espacio en el que disfrutar de una cerveza fresquita?

Con semillas de cacao, vainilla, canela en rama y chiles habaneros, membrillo o con toques sutilmente picantes de chipotle; en “Be Hoppy” las tienen de todos los colores y sabores y para todos los gustos.

Los viernes celebran el aperitivo como se estila en Madrid: a lo grande. Se invita al cliente cervecero a que acuda con sus propios manjares para compartirlos con los demás: una puesta en común de sabores para degustar las mejores cervezas y, de paso, hacer amigos.

Otro lugar en el que reponer fuerzas es “La Tragantúa”, del que no se destaca sólo su carta, plagada de diferentes matices que abarcan desde el solomillo más nuestro hasta sabores de Oriente y pastas.

De este lugar del Barrio de las Letras lo que más nos gusta es su ambiente lleno de contrastes: su ruido y su movimiento durante el día y lo íntimo y relajado de la noche.

Pero este Paseo del Arte no estaría completo si no hiciéramos una visita a un lugar en el que las letras fueran las absolutas protagonistas. La librería Artimaña, en la Calle Almadén 12, es punto de referencia para los ávidos lectores que quieran incorporar a su biblioteca desde títulos sobre arquitectura urbana, fotografía, la historia de los orígenes de Superman o La Odisea de Homero.

Y si lo que te apetece es deslizarte entre muebles la tienda-taller de Felipe Lindberg y su partner Paloma Blanco cuenta con piezas únicas, solicitadas por encargo o salidas de sus manos y su inspiración, y muebles restaurados.

Sus creaciones guardan el recuerdo de las líneas más clásicas de la ebanistería adaptadas a las nuevas demandas del diseño y la decoración.

Si este recorrido por lo mejor de otros siglos y de la actualidad te pilla en sábado (y en el primero de cada mes) te encontrarás en pleno Mercado de las Ranas. Esta iniciativa, al más puro estilo Soho de Nueva York, busca acercar a los turistas y transeúntes lo mejor de cada establecimiento. Objetos de anticuario, ropa, libros, obras de arte de lo más variadas y las mejores tapas.

Un singular mercado símbolo de lo que es, en definitiva, Madrid: calle, gente y muchas ganas de compartir nuestra forma de disfrutar de lo nuestro.

Barrio de las Letras-Madrid-SLEEP´N