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RITMOS TRAMAS Y VARIABLES

La exposición de Soledad Sevilla en el Museo Reina Sofía es un viaje visual y emocional que mezcla geometría, luz y texturas, invitándonos a redescubrir clásicos con sensibilidad y libertad creativa.

Desde el pasado 25 de septiembre, a muy pocos metros de SLEEP’N, se encuentran hospedadas temporalmente obras que nos ofrecen una retrospectiva sobre una trayectoria artística inigualable.
Soledad Sevilla (Valencia, 1944) se despliega en 10 salas del edificio Nouvel del Museo Nacional de Arte Reina Sofía. De forma cronológica, nos guía a través de sus “Ritmos, Tramas y Variables”.
Comenzando con una completa abstracción geométrica, la superposición de técnicas y colores nos presenta, a primera vista, un recorrido más técnico, casi matemático. Pero, como la distancia nos da perspectiva, les invito a detenerse unos cuantos metros antes de llegar a la pared de enfrente. Al tomar distancia, lo que antes eran retículas de óleo dan la ilusión de hilos finos interconectados entre sí, como una manta de colores y patrones.
Al seguir mi paso hacia las próximas salas, noté cómo me emocionaba, y no era porque la geometría me recordara mis épocas de confrontación con la matemática, sino porque estas piezas me transportaron a Granada, a su Alhambra. Al girar, noté que, a mis espaldas, se disfrazaban unas viejas amigas, Las Meninas de Velázquez (quienes viven a unos pasos, en el Museo del Prado).
Isabel Tejeda lo define como “geometría sensible y emocional”; las Meninas de Soledad nos envuelven, nos ofrecen una reversión a un clásico, una nueva perspectiva.
La luz, la sombra, los contrastes, el día y la noche, son matices que nos acompañan a lo largo de las siguientes salas de esta exposición. Aparecen de la mano de texturas, pinceladas, acumulación y una intervención que trasciende lo bidimensional. Junto con Antonio Machado (uno de los grandes poetas españoles de la generación del 98), nos habla del tiempo, de su paso, y nos trae un mensaje de despertar, de aprovechar lo que tenemos.
A medida que uno crece, comienza a tomar perspectiva. La vida nos invita a dejar de lado ese perfeccionismo académico. Soledad lo hace en esta última sala, mezclando materiales y trayendo el gouache a jugar en sus últimas obras, su contemporáneo. Nos demuestra que ella siempre está pintando, experimentando, sin dejar ir la curiosidad, tramando su propia libertad y creando patrones donde el error tiene lugar.
También les invito a que, al hacer su recorrido hacia el siguiente edificio, tal vez rumbo al Guernica, no dejen de visitar la instalación “Donde estaba la línea”, donde el arte juega con la arquitectura y la luz, creando nuevos espacios que estarán disponibles para ser visitados y admirados hasta el 10 de marzo. Al reservar su habitación en SLEEP’N, estarán a tan solo unos pasos de este viaje lleno de historias y memorias.

-por Connaisseur Mr. Paco